Amar, reír y soñar: tres verbos que tal vez deberían estar presentes la mayor parte de nuestra vida.
Al hablar de AMAR, no me refiero exactamente a el amor en pareja, puede ser el amor a la familia a la cual perteneces, el amor a tu mascota o el amor a ti mismo.
REÍR, es una de las cosas más maravillosas de la vida el poder sonreír, pero no una sonrisa fingida para tomar una selfie o simplemente una fotografía, sino el sonreír con toda tu cara, con tus ojos y con tu misma alma, eso si es sonreír. Sonríes cuando sientes que tu boca no va a dar para más, y que incluso tu corazón se saldrá de tu pecho, además al terminar de sonreír sientes como tu alma está más tranquila y feliz.
SOÑAR, es algo también maravilloso y que debemos apreciar mucho, me refiero a soñar despiertos, plantearnos metas a corto, mediano y largo plazo. Siempre debemos pensar en grande y nunca acomplejarnos por los comentarios de las demás personas, debemos dejar a un lado el vivir del qué dirán, y ponernos metas que sean difíciles de alcanzar, pero que al final las alcanzaremos y llegará la mayor de las satisfacciones a nuestro corazón.
María Fernanda
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