Su perfume hacía que todo en mi se estremeciera, Todo mi cuerpo se paralizaba, Y empezaba a sentir mis acelerados latidos, La sangre fluía a través de mis venas con mayor velocidad, Me ericé, Sentía un mundo de cosquillas en todo mi cuerpo, Sentía cómo cada célula de mi cuerpo se movía dentro de mí, Sentía placer con tan sólo su perfume, su olor. María Fernanda
Necesitaba escribir, no tenía un lápiz y un papel muy cerca, pero decidí encender esta pantalla y empezar a descubrir esto que estás por leer: No hace falta tener los miles de años para ser maduro, a veces las circunstancias que vivimos a nuestra corta edad nos son de mucha más enseñanza que ni los mismos años. Sin embargo, el problema radica en que nadie nos escucha, o si lo hacen, pero no nos hacen caso. Sí, tu también fuiste joven y sabrás de lo que hablo, sabrás esa impotencia que se siente. No soy que gritar al mundo lo que siento, yo soy de escribir gritando lo que siento, cambio palabras por letras porque me consuela hacerlo. Prefiero escribirle al mundo virtual porque se que alguna de las personas que están allí me lee, se toma el tiempo de leer mis sentimientos y le da un valor que aprecio mucho, un valor que tal vez otra persona allegada a mí no le hubiese dado. Es difícil hablar, exponer todo lo que sientes y que ese que te escuchó (si es que lo hizo) olvide todo ...